Tiempo

Creo con toda la seguridad del mundo que nada es para siempre. Creo (o quiero creer) que debemos disfrutar del "hoy" sin pensar en el mañana porque nunca seremos tan jóvenes como lo somos en este segundo. Creo que el pasado ya no existe pero se presenta en forma de fantasma cada vez que cerramos los ojos antes de ir a dormir. ¿Cuál es la naturaleza del tiempo?¿Se acabará alguna vez?¿Podremos volver sobre nuestros pasos y reparar lo que rompimos de niños?¿Podré volver a tomarte de la mano y decirte todo lo que no dije por cobardia?.  La única respuesta que tengo para estas incógnitas es solo el sabor agridulce del extrañar encadenado a un olvido selectivo que decide por sí mismo como si tuviera autonomía, vida propia, tomando el timón del barco de mis sentimiento y empeñándose en mantenerme despierta bajo la luz de mis demonios repitiendo una y otra vez el verso más dulce que alguien muy triste podría haber escrito jamás: "Oh mi amor, te extraño, me dolés en la piel, en la garganta, cada vez que respiro es como si el vacío me entrara en el pecho donde ya no estás"...

Cuando en realidad si estás, pero siempre en la mitad de toda distancia imaginable para el ser humano. Donde no es blanco ni negro, donde caminaste hasta el medio de la cuerda floja pero no sabes cómo seguir sin dar un paso en falso sin caer al abismo, donde si avanzas la espada te corta el cuello pero si retrocedes la pared te frena acorralándote y sellando tu sentencia final, donde si te cubrís con la manta es demasiado caliente pero si la sacas hace demasiado frío como para dormir tranquilo, donde el papel que juego yo es aparte porque la desicion final termina escapándome de las manos. A veces creo que mis grises están muy alejados del concepto de mitad en el que estamos estancados ahora mismo pero no impiden que te extrañe con toda el alma, creo que lo tengo escrito en los ojos con letras enormes. Oh, mi amor, ojalá cada vez que te mires las manos sientas que te faltan las mías.