martes, marzo 22, 2016

Un pedacito de vos

Hoy fue un dia raro. No fue lindo ni feo, sino raro. Fue de esos en donde te encuentro hasta en la forma de las nubes que cruzan sin prisa por el cielo de mi ciudad.
Te vi en los pasillos caminando desganado con las manos en los bolsillos pensando en quién sabe qué.
Te crucé de nuevo en la calle donde solía saludarte de lejos.
Apareciste en las hojas de mis apuntes que te ofreciste a explicarme advirtiéndome que eras un pésimo profesor, también en la tele donde todos los jugadores que anotaron tantos tenían un número 7 en la espalda.
Luego en el auto que condujo delante mio por, al menos un cuarto de hora.
Pude verte en mis anteojos, grandes como los tuyos, de los cuales habrías hecho una broma o reído tímidamente (y hasta quizá haber dicho que eran lindos).
Emergiste desde la luz del sol, que tanto decías que te gustaba porque daba vida y podías hacer lo que quisieras con un poco de calor.
Te dejaste ver en la voz del chico que pasó a mi lado con unos graves parecidos, en el otro que tenia la misma forma de tus dedos, en quien su expresión seria era igual a la tuya o en ese que me llamó por el apodo que me inventaste.
Te exhibiste en quien pasó por mi lado con tu perfume y me obligó a cerrar los ojos solo para sentir que estabas ahí por un ratito.
Apareciste en todos lados. Quizá un pedacito de vos sigue escondido por ahí y es a él a quien veo intentando arrancarte de mi alma.

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