Tengo un vicio con tus manos, con escucharte diciendo mi nombre, con ver cómo tu pecho sube y baja mientras respiras, con tu campera enorme, con tu perfume, con la forma en la que pestañeas cuando te poner serio, con tu facilidad para caerle bien a todo el mundo, con tu actitud relajada, con tus chistes, con lo estúpida que me vuelvo hablando de vos.
Con lo mucho que se nota que te extraño,
con el lugar que ocupas,
con el que quiero que ocupes.
No hay comentarios:
Publicar un comentario