Lista de navidad:

Quiero preguntarte el por qué de todo. Por qué a mi, por qué conmigo, por qué así, por qué ahora, por qué acá.
Quiero preguntarte qué te pasa para seguir escuchando las mismas mentiras de siempre.
Quiero verte a los ojos para desconocerte.
Quiero tener en frente al extraño que tanto quise.
Quiero preguntarte qué tiene ella que no tenga yo, y que te hagas cargo de que la seguis queriendo.
Quiero bajar la cabeza para secarme las lágrimas sola, porque por mi nunca vas a mover un dedo.
Quiero preguntarte a qué le tenes tanto miedo.
Quiero que me digas que no llore, que no es para tanto, cuando sabes que eso solamente va a potenciar mi tristeza.
Quiero que me prometas en vano que así estamos mejor.
Quiero que me digas que me queres con tono de consuelo, como quien escucha las últimas palabras del verdugo antes de morir.
Quiero que pienses en mí a fin de año cuando no me tengas para prometerte el amor más sincero que vas a recibir.
Quiero que escribas mil mensajes en mi chat para borrarlo de vergüenza.
Quiero cruzarte en carnaval para que me cuentes lo mucho que te gustaba en un momento de ebriedad.
Quiero que la vida nos cruce mucho tiempo después, enfermos de tiempo y con las sábanas frías.
Quiero que dudes de todo lo que te hace mal.
Quiero que nunca nadie te niegue lo que vos le negas al mundo.
Quiero que aprendas a la fuerza que a los tibios se los traga el sol.
Quiero que jamás en tu existencia te acuestes pensando por qué no fuiste suficiente.
Quiero que tengas los huevos para gritarle al mundo lo que sentís y hacerte cargo.
Quiero que dejes de esconderte.
Quiero que te arriesgues a quemarte, a golpearte y a salir destruido de situaciones que valgan la pena.
Quiero que dejes de dar por sentado a las personas.
Quiero que te sigas escondiendo en el pasado, para confirmar una vez más que el olvido no existe.
Quiero que vengas y te borres para siempre.
Quiero que me des un último beso con el sabor amargo de las despedidas inconclusas.
Quiero que te alejes caminando para resistir el impulso de salir corriendo detrás tuyo para pedirte una vez más que me expliques por qué no lo intentamos de nuevo.
Quiero que me obligues a pensar en mi.
Quiero que disimules tu falta de interés con preguntas trilladas y cargadas de culpa.
Quiero que mi perfume se quede en tu remera para que te arrepientas de que no son mis manos las que deslizan la tela sino las tuyas.
Quiero que me encuentres en los libros que nunca pensaste en leer y en la película que te pedí que viéramos juntos.
Quiero que cada chica que pase por tu lado te recuerde lo mucho que te quise.
Quiero que sueñes con mi risa.
Quiero que la textura de mis pecas quede tatuada en tus manos como sangre imposible de borrar de la escena del crimen.
Quiero que tengas que cambiar la radio de emisora.
Quiero que la suavidad de tus besos se borren de mi memoria para siempre.
Quiero que nadie nunca jamás me diga “te quiero” con tu intensidad.
Quiero que aprendas a valorar.
Quiero que cada vez que te despiertes con alguien diferente a mi, tengas el impulso de desenredarle el pelo.
Quiero que seas resiliente y que aprendas a llenar el vacío que dejo dando un portazo.
Quiero arrancarte de mi garganta.
Quiero abrazarte diciéndote que te cuides para no pedirte que te quedes.
Quiero que te duela caminar por la vereda donde me abrazaste por última vez.
Quiero que la foto que te regalé sirva de dejavú para arrepentirte dentro de unos años.
Quiero que te des cuenta.
Quiero que me que extrañes cada vez que pienses en un avión con bocina.
Quiero que repitas un chiste malo sin querer para recordar lo mucho que me alegrabas el día.
Quiero que te enamores de alguien como yo, para que no me duela tanto.
Quiero que me busques detrás de las cortinas para encontrarte con un fantasma volátil que se burla de tu cobardia.
Quiero que sigas pronunciando excusas incoherentes para justificarte, para que yo vuelva a tener la culpa, para no hacerte cargo del daño que causas cuando arrasas como huracán con las pocas ganas que me quedaron de quererte.