Ni el rastro de tu perfume en mi blusa,
ni las cicatrices de tus caricias en mi espalda,
ni el color de tus ojos en los míos,
ni las risas que se llevó la distancia,
ni la taquicardia al verte llegar,
ni la emoción de nuestro último juego,
ni la incertidumbre que me producía (y a veces produce) tu forma de reaccionar,
ni la lágrimas de despedida,
ni las disculpas mal dichas,
ni los regalos que no llegué a darte,
ni el sonido de tu voz pronunciando mi nombre,
ni la piel de gallina,
ni las comisuras de tus labios,
ni la bocanada de aire fresco que me facilita tu entendimiento,
ni tu apoyo,
ni las huellas de tus pasos en mi vida,
ni las realidades que quedaron en fantasía,
ni las veces que soñé lucidamente con vos,
ni la cantidad de poemas que nunca vas a leer,
ni mi reloj detenido en la hora de nuestro último beso,
ni las promesas jamás cumplidas.
Ni todo eso vale la pena
si te pierdo
porque sí.
Hay momentos que sentimos que todo esta mal, que nuestras vidas se hunden en un abismo tan profundo, que no se alcanza a ver ni un pequeño resquicio por el que pase la luz.
ResponderEliminarEn esos momentos debemos de tomar todo nuestro amor, nuestro coraje, nuestros sentimientos, nuestra fuerza y luchar por salir adelante.
Muchas veces nos hemos preguntado si vale la pena levantarnos de nuevo, y solo puedo contestar una cosa; hagamos que nuestra vida valga la pena.
Vale la pena sufrir, porque he aprendido a amar con todo el corazón.
Vale la pena estar en la oscuridad y caer hasta lo más profundo, porque ya no puedo ir hacia más abajo, de ahí en adelante todo va a ser hacia arriba hasta que vea la luz.
Vale la pena agachar la cabeza y bajar las manos, porque al levantarlas seré mas fuerte de corazón.
Vale la pena una lagrima, porque es el filtro de mis sentimientos, a través de ella me reconozco frágil y me muestro tal cual soy.
Vale la pena cometer errores, porque me da mayor experiencia y objetividad.
Vale la pena volver a levantar la cabeza, porque una sola mirada puede llenar ese espacio vacío.
Vale la pena volver a sonreír, porque eso demuestra que he aprendido algo más.
Vale la pena acordarme de todas las cosas malas que me vivido, porque ellas forjan lo que soy el día de hoy.
Vale la pena voltear hacia atrás, porque así se que he dejado huella en los demás.
Vale la pena vivir, porque cada minuto que pasa es un oportunidad de volver a empezar.
Todo esto son solo palabras, letras entrelazadas con el único fin de dar una idea. Lo demás, depende de cada uno de nosotros.
Dejemos que nuestras acciones hablen por nosotros.
Que hermoso
ResponderEliminarTe considero el centro hermoso de las rosas de mis rosales.
ResponderEliminarQue de tus pétalos, riegas los néctares de mis pesares
Idilio de mi alma, que cubres mis emociones, llenándolas de pasiones y de inmensidades.
Eso tambié fue hermoso. Gracias!
ResponderEliminar