Dame la mano, te prometo que puedo hacerte ver constelaciones de colores en las paredes de tu cuarto.
Si me dejás, vamos a buscar las estrellas más brillantes y las vamos a ordenar a tu gusto, para que cada vez que las mires pienses en nosotros y en el brillo que tienen tus ojos cuando que me miras a través del papel.
Voy a llenarte las pupilas de acuarela y a darte vuelta los miedos en las sábanas para que se esfumen,
formando una nube de algodón donde puedas flotar e impulsarte hacia los sueños mas lindos que se te ocurran, nadando entre las ráfagas de los suspiros que dejo detrás tuyo cuando te vas.
Jugando con tus lunares,
perdiéndome
en tus huellas dactilares,
cayendo por tu cuello como por un tobogán que desemboca en tu pecho,
hasta quedarme dormida.
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