Hola. Te llamé porque estoy cansada de andar a las vueltas con vos. No estoy acostumbrada a tu juego, no voy a entrar, me salgo. Vengo a decirte esto así porque no conozco otra forma, es lo que me sale ahora.
No me interesa lo que pienses. No me interesa lo que digas o hagas, no vengo por eso. Vengo porque no puedo seguir ocultándote la verdad, no después de todo. No teniéndote en frente. No. Así no.
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