Deciles que me elegís a mi, a pesar de mis defectos y con toda la carga que llevo en los hombros como cruz.
Contales todo eso que me susurrabas al oído anoche, con la respiración acariciandome la espalda en forma de suspiros.
Deciles que se vayan lejos, que no aguanto más compartir la cama con fantasmas.
Que ya no hay lugar para tener miedo.
No mientras pueda abrir los ojos y sentir que es a mi a quien buscas cuando te despertás a deshora y te das vuelta.
No hay comentarios:
Publicar un comentario